1. Aplica hielo
Si existe una caries avanzada y terminas desarrollando un flemón, es conveniente que te coloques hielo en la zona externa de la mandíbula. El frío ayuda a disminuir un poco la hinchazón y aporta cierta insensibilidad pasajera. Para evitar hacerte daño, recuerda envolver siempre el hielo en alguna tela o toalla, para que no haga contacto directo con tu piel. Lo más aconsejable es que apliques el hielo durante unos 15 o 20 minutos.
2. Haz gárgaras con agua y sal
Tras la extracción de una muela es frecuente notar cierta molestia en la zona intervenida en los días posteriores. En esta circunstancia, un enjuague a base de sal marina (una cucharada) y agua te ayudará gracias a su poder cicatrizante. Este remedio casero para el dolor de muela es bastante útil también si tienes una herida en la mucosa, como una llaga o afta. Ten en cuenta que la boca es un medio húmedo, por lo que cualquier lesión requiere de más tiempo para curarse.
Aún así, las gárgaras contribuyen en una cicatrización algo más rápida para que el postoperatorio de la extracción sea más llevadero. Si tienes una llaga, también puedes recurrir a productos específicos de venta en farmacias.
3. Utiliza el hilo dental
La acumulación de restos de comida puede ser el origen del dolor, así que la higiene profunda con la seda dental y los cepillos interproximales pueden mejorar el estado de tu boca y reducir las molestias. Un truco que les digo a mis pacientes es que cierren la boca y comprueben si notan restos de comidas que hacen presión sobre las muelas. Recuerda que un irrigador bucal resulta tremendamente beneficioso para limpiar los recovecos de la boca, sobre todo los espacios interdentales.
4. Plantas más allá del perejil
Sí, has leído bien. Los diversos compuestos del perejil son realmente útiles a nivel preventivo para el dolor de muelas, ya que reduce la carga bacteriana de la boca. Pero además de esta planta que podemos encontrar en cualquier cocina, hay otras cuyo efecto antimicrobiano está demostrado en varios estudios: la hoja de la granada, la guayaba o incluso la pimienta rosa tienen un resultado muy positivo a la hora de controlar la actividad bacteriana en la boca.
5. Aplica aceite de clavo
El clavo es una especia que cuenta con múltiples propiedades antisépticas y anestésicas. De hecho, la aplicación directa de un aceite a base de clavo servirá como prevención para evitar que se desarrollen las bacterias dentro de la boca. También puedes moler unos 4 clavos para obtener un polvo que introduciremos en una bolsita fabricada con un filtro de café.
6. Colócate una bolsita de té negro
Un tercer alimento que sirve como remedio para el dolor bucodental es el té negro. Gracias a su alto contenido en ácido tánico, que se caracteriza por ser antiinflamatorio y analgésico, es muy útil si tienes un absceso periodontal o una inflamación de las mucosas. Aplícate una bolsita humedecida en agua caliente en la zona de la muela y repítelo varias veces al día cuando la aflicción reaparezca.
7. Utiliza ajo
A pesar del característico olor que deja en la cavidad oral, el ajo cuenta con cualidades antibacterianas. Es un método preventivo contra las afecciones bucodentales muy aconsejable. De hecho, estudios recientes aseguran que sus propiedades antimicrobianas proporcionan una gran efectividad a la hora de tratar diversas enfermedades.
8. Mantén la cabeza erguida
Intenta elevar la cabeza para aliviar la presión que se ejerce sobre la zona dolorida.
9. Toma un analgésico o antiinflamatorio
Determinados fármacos contribuyen a que baje la inflamación de la encía y el analgésico reducirá el dolor. Eso sí, tómalos únicamente cuando te lo prescriba un médico o dentista ya que su consumo sin control puede provocar úlceras o graves problemas en personas alérgicas.